Durante el año 2017, nos enfocamos en fomentar el desarrollo sostenible y la generación de empleo a través de la industrialización de la minería de subsistencia en la Alta Guajira y la región.

MINERÍA DE SUBSISTENCIA EN LA ALTA GUAJIRA.

Es interesante saber que en Colombia se celebra el Día del Minero el 16 de julio, aunque debería ser la semana o mes, porque la minería es el supuesto inicio de cualquier motor de desarrollo, al ser la minería la materia prima o componente fundamental para la industrialización, ya que se refiere a los recursos naturales y materiales que se extraen o producen para ser utilizados en la fabricación de bienes y productos. Estos recursos son transformados a través de diversos procesos industriales para crear productos acabados que satisfacen las necesidades de la sociedad. Depende de nuestro enfoque, sea sustentables y sostenible. Por tal motivo, es una excelente oportunidad para reconocer la labor de nuestras comunidades indígenas de La Guajira, que trabajan en condiciones lamentables intentado subsistir y su importante compromiso con el sector.

La minería de subsistencia ó minería artesanal indígena se refiere a la actividad minera realizada por comunidades indígenas para satisfacer sus necesidades básicas y obtener recursos para su supervivencia y sustento. A diferencia de la minería industrial o comercial, la minería de subsistencia se caracteriza por ser una actividad a pequeña escala, con métodos tradicionales y herramientas rudimentarias.

Foto exclusiva Asoc-Awapu, Minería de Subsistencia ó artesanal Indígena Wayuu

Las comunidades indígenas han estado practicando la minería de subsistencia durante generaciones como parte de sus medios de vida y para obtener minerales, piedras preciosas, metales y otros recursos naturales que les permitan satisfacer sus necesidades diarias, como la construcción de viviendas, herramientas, joyería, medicinas tradicionales, entre otros.

Podemos observar, en interior de los envases pet, a la derecha, el líquido es blancuzco, es chicha; a la izquierda, el líquido amarillento es agua, que en tiempo de sequias se homogeneiza con el barro. Pero, lamentablemente es la única forma de hidratación y alimentación de las comunidades indígenas en la alta guajira. 

Es importante destacar que la minería de subsistencia indígena suele estar vinculada a prácticas culturales, conocimientos tradicionales y valores espirituales que se transmiten de generación en generación. Sin embargo, en muchos casos, esta forma de minería ha enfrentado desafíos y problemas, como la falta de reconocimiento legal y el conflicto con actividades mineras comerciales, así como preocupaciones ambientales y sociales.

Minería de Subsistencia Indígena Wayuu, Materia de Arrastre. Asoc-Awapu

En ese sentido, en 2014-2018, sale el Plan Nacional de Desarrollo: Todos por un nuevo país, el cual, en su artículo 21 estableció la necesidad de clasificar la minería en grande, mediana, pequeña y de subsistencia, con el objetivo de implementar políticas diferenciadas adecuadas a las características de cada una de estas clasificaciones. En consecuencia, la nueva clasificación de la minería en Colombia se basará en determinar la producción máxima permitida para cada escala, así como el área máxima que se podrá utilizar para llevar a cabo la actividad minera. En el caso de las minas en etapa de exploración, su clasificación dependerá únicamente del área explorada.

Por ese motivo, las asociaciones ASOC-AWAPU y la Asociación de Campesinos Nueva Esperanza vimos la oportunidad de pedirle al gobierno nacional abordar estos problemas y encontrar formas de apoyar y regular la minería de subsistencia indígena de manera sostenible, respetando los derechos y la cultura de las comunidades indígenas involucradas; que con la regulación adecuada puede ayudar a proteger el medio ambiente y garantizar que las actividades mineras de subsistencia indígena sean llevadas a cabo de manera responsable y segura, preservando al mismo tiempo los modos de vida y las tradiciones de estas comunidades.

Gestionamos la presencia de un delgado de ANM

Durante muchas décadas, las comunidades indígenas de Alta Guajira han dependido de la pequeña minería de subsistencia, recolectando material de arrastre. En 1988, el Decreto 2655 estableció las distintas escalas de minería, dividiéndolas en pequeña, mediana y gran escala. Estas escalas se determinaron en base a la producción de mineral o material estéril extraído en un período de tiempo determinado, y se tuvieron en cuenta aspectos como la capacidad instalada, el empleo y el grado de mecanización, así como otros aspectos técnicos, económicos y sociales contemplados en los Programas de Trabajo e Inversiones (PTI).

En ese sentido, Asoc-Awapu, Asociación de Autoridades Tradiciones Indígenas Wayuu de Uribía, Antushi Waya Punainmuin y la Asociación de Campesinos Nueva Esperanza, representadas y lideradas por José correa y Janny Vanegas, gestionaron la llegada de un delegado del Ministerio de Minas ante la ANM, he invitaron a las comunidades indígenas susceptibles de actividad mineras a una reunión con el delegado de ANM y la Alcaldía Municipal de Uribía.


En esta reunión, las organizaciones proporcionamos información geológica de 22 minerales existentes en las comunidades del municipio, con el objetivo de fomentar el interés de la ANM en otorgar títulos mineros. Estos títulos se enfocarían en potenciar la producción de recolección de marial de arrastre, una actividad que busca ser responsable con el medio ambiente y generar desarrollo social en la región. Además, se busca que esta actividad minera sea realizada de manera concertada con las autoridades territoriales y tradicionales.


En resumen, las organizaciones representadas por José Correa “ASOC-AWAPU” y Janny Vanegas Asoc-campesinos, Nueva Esperanza, están trabajando para promover el desarrollo minero en la región de Uribía, buscando un enfoque sostenible y en colaboración con las comunidades locales y las autoridades tradicionales.

Foto Exclusiva de Asoc-Awapu, Janny Vanegas explicando desde la ciencia de gemología.
 
Vale la pena mencionar, que las comunidades indígenas han estado involucradas en actividades mineras durante muchos años, pero en un contexto ilegal debido a la falta de títulos y certificados de denominación de origen,  puede tener implicaciones legales y limitar el acceso a beneficios y protecciones específicas para estas comunidades.

La regularización de estas actividades mineras puede tener beneficios significativos para las comunidades indígenas, como el acceso a mejores condiciones laborales, la protección del medio ambiente y la posibilidad de establecer acuerdos justos de comercialización. Es importante llevar a cabo estos procesos de regularización de manera inclusiva, respetando los derechos de las comunidades indígenas y asegurando su participación activa en la toma de decisiones relacionadas con la actividad minera en sus territorios.

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